Wiesmann ha estado en silencio durante muchos años, pero ahora el fabricante de automóviles deportivos de Dülmen regresa con la vehemencia de una tormenta eléctrica: Thunderball es el nombre del roadster eléctrico con el que Wiesmann quiere celebrar un brillante regreso. A primera vista, es obvio que los nuevos propietarios de la marca no se han cansado en absoluto del típico diseño retro de los modelos anteriores de Wiesmann: El Thunderball cita las musculosas curvas de sus antepasados y las desarrolla discretamente, sin disminuir el valor de reconocimiento desde ningún ángulo. Visita el concesionario de coches segunda mano Murcia Crestanevada.
Como es típico en Wiesmann, la gama de potencia también es «más que suficiente», ya que el Thunderball eléctrico va mucho más allá que cualquier otro deportivo anterior de Dülmen: ¡hasta 500 kW o 680 CV y un par máximo de 1.100 Newtonmetros se liberan en las ruedas traseras con la ayuda de dos motores eléctricos! Debido a la batería de iones de litio, el peso total asciende a más de 1.700 kilogramos, pero gracias a la tremenda potencia, el Wiesmann Thunderball sigue ofreciendo una impresionante relación peso-potencia de sólo 2,5 kilogramos por caballo de potencia y acelera idealmente de 0 a 100 km/h en menos de 3,0 segundos. Para alcanzar los 200 km/h, el roadster debería necesitar menos de 9,0 segundos. «
Wiesmann ha desarrollado un chasis de aluminio basado en una carrocería de carbono para conseguir un peso relativamente bajo en comparación con el tren motriz, dejando al mismo tiempo espacio suficiente para una batería de iones de litio con 83 kWh de capacidad neta. El Wiesmann Thunderball, de 4,44 metros de longitud, puede cargarse con hasta 300 kW en puntos de recarga rápida si la autonomía prevista de 500 kilómetros no fuera suficiente en algún momento. El socio de desarrollo en cuestiones de construcción ligera y propulsión eléctrica es la empresa bávara Roding, familiar para nuestros lectores habituales gracias al Roding Roadster propulsado por BMW.
El vínculo con BMW es mucho más claro en el segundo proyecto actual de Wiesmann: se ha anunciado el Gecko, otro deportivo que apuesta de forma bastante tradicional por la potencia de un motor de combustión interna. En este caso se utiliza un V8 biturbo de BMW M GmbH, que también debería impulsar las ruedas traseras con más de 600 CV. Sin embargo, Wiesmann no revelará qué más distingue al Gecko hasta dentro de unos meses.