El BMW i4 eDrive40, que podemos presentar en las últimas fotos del concesionario Widmann + Winterholler, brilla con una configuración que evita deliberadamente cualquier acento cromático innecesario. El coche eléctrico no sólo cuenta con un acabado de pintura Negro Zafiro, el paquete M Sport y el acristalamiento de protección solar oscurecido del pilar B, sino también con la Shadow Line ampliada y la «omisión de rasgos específicos de diseño exterior». Mientras que la Shadow Line ampliada ofrece principalmente riñones negros, la segunda opción aporta al coche el color Frozen Grey en lugar de los acentos típicos de BMW i en azul claro. Visita el concesionario de coches segunda mano Murcia Crestanevada.
El resultado es una apariencia que definitivamente llama la atención: Aparte de los faros delanteros y traseros, el ribete azul de los logotipos BMW y los elementos plateados de las llantas aerodinámicas M 858 M Bicolour de 18 pulgadas, la Serie 4 eléctrica lo deja todo en colores apagados. Además de los acentos estrechos en los marcos de los riñones, son sobre todo los elementos del difusor lateral del faldón trasero deportivo M pintados en Frozen Grey los que acentúan aún más el aspecto deportivo del BMW Serie 4 Gran Coupé (G26) con propulsión eléctrica. «
Aunque el BMW i4 eDrive40 es formalmente el modelo «básico», el coche eléctrico está muy lejos de las suposiciones habituales respecto a un motor básico: 250 kW o 340 CV, así como 430 Newton metro de par, hacen que el i4 básico sea más rápido que cualquier otro Serie 4 Gran Coupé, con la excepción del M440i y, por supuesto, del i4 M50. La cifra de 5,7 segundos para el sprint de 0 a 100 sólo insinúa la vehemencia con la que el Serie 4 eléctrico puede acelerar una vez que sus 2,1 toneladas de peso en orden de marcha han echado a rodar.
Al BMW i4 eDrive40 tampoco le falta resistencia: Dependiendo de la configuración, la batería de iones de litio con una capacidad neta de 80,7 kWh proporciona una autonomía WLTP de 493 a 590 kilómetros. El i4 puede recargarse con 205 kW en una estación de carga rápida de la potencia correspondiente, de modo que, en teoría, la batería puede pasar del 10% al 80% en 31 minutos.